Los actuales mandos a distancia se han convertido en el corazón del sistema de entretenimiento. La variedad de opciones de las Smart tv, y la interacción entre dispositivos, han impulsado la evolución de los controles remotos de las televisiones.
En pocos años, todos los electrodomésticos del hogar estarán interconectados entre sí y a través de nuestros dispositivos móviles. Un mando a distancia original de una determinada marca, permite integrar el manejo de diferentes aparatos de esa misma firma evitando los problemas de compatibilidad de los modelos de mando universal, tan baratos, como limitados.
Según el modelo, a los botones habituales de los controles remotos de TV se han incluido otros específicos con nuevas funcionalidades (de tecnologías actuales o de inminente llegada al mercado), pantallas táctiles o teclado qwerty son componentes que facilitarán la navegación por internet. Ciertos modelos ofrecen la posibilidad de programar ciertas funciones para facilitar el uso de los mandos a distancia y poder acceder a las funciones con una combinación de teclas sencilla.
Otra ventaja de adquirir un control a distancia de Smart TV original radica en su continua evolución. Si, por un accidente o pérdida, necesitas reponer el mando de tu Smart TV, es probable que el nuevo mando de la marca presente un diseño ligeramente distinto (o un cambio radical) en busca de una mejor ergonomía. También depende y según la antigüedad de tu dispositivo, que el mando actual ofrezca la incorporación de nuevos botones de función para optimizar el manejo.
También ha evolucionado el sistema de conexión de los mandos remotos de TV, y según el modelo, operan mediante infrarrojos, Wi-Fi o Bluetooth. El alcance efectivo del clásico mando infrarrojo es de unos 20 metros, y se necesita una visual directa con el aparato. Esa distancia operativa se multiplica con los controles remotos Wi-Fi o Bluetooth y el usuario no necesita estar en la misma ubicación que el aparato para accionarlo.